Instagram, la discoteca de moda | Proyecto #SocialMedia615
Hemos superado el ecuador del proyecto #SocialMedia615 dejando atrás, por orden: LinkedIn, Google+ e Instagram. Esta última red social es la que tiene un mayor crecimiento en los últimos años. Durante los seis días que ha pasado sólo en Instagram he tenido la sensación de que es como la discoteca de moda del momento: va todo el mundo (con todo el mundo me refiero a muchos, muchísimos, de mis amigos de Facebook y seguidores de Twitter) independientemente de los gustos de cada uno. De hecho, eso se ve en el resultado final: las fotografías. El abanico de temas, perspectivas, filtros… es tan amplio como usuarios hay.
El poder de la imagen vence siempre a cualquier otro. Instagram tiene ese poder y lo va a poseer durante mucho tiempo -eh, community managers. Además, la posibilidad de mantener conversaciones le da más valor aún. Si a eso sumamos la ausencia de publicidad –aunque va a haberla y pronto-, el resultado está claro: la hegemonía. Con razón, Instagram se ha convertido en un objetivo prioritario de las marcas. En esta primera fase, el proyecto #SocialMedia615 abarca sólo la marca personal.
El hashtag es la clave para un uso menos social, si se quiere, y más artístico: sólo seleccionando las etiquetas que nos interesan vamos a evitar tragarnos imágenes demasiado variopintas (por decirlo suave y reconociendo a la vez las “atrocidades” que comete uno mismo). ¿Entonces habrá que confiar en el criterio del usuario en utilizar el hashtag correspondiente? Sí, así es. Ya lo hemos dicho, en la discoteca de moda nadie te asegura que encuentres lo que realmente te gusta.
Durante la etapa en Instagram, he aprovechado para:
- Renovar la imagen del perfil.
- He añadido una bio (sinceramente desconocía que existía).
- He rebajado el uso de hashtags.
- He revisado las listas de seguidores y seguidos: ahora sigo a 97 y me siguen 145.
- He publicado una serie de fotos sobre un evento siguiendo un mismo estilo de filtro y hashtag.
Les copes; els cadàvers esquisits #DPM Una foto publicada por Cèsar Palazuelos (@cesarpalazuelos) el
Barbes, barbes, què passa! #DPM Una foto publicada por Cèsar Palazuelos (@cesarpalazuelos) el
Relaxing cup #DPM Una foto publicada por Cèsar Palazuelos (@cesarpalazuelos) el
Gaseosa familiar La Xabiera #DPM Una foto publicada por Cèsar Palazuelos (@cesarpalazuelos) el
En resumen, a diferencia de LinkedIn y Google+, en el caso de Instagram no he sentido una gran soledad. En general sí que existe interactividad y en caso de no haberla, no resulta difícil generarla. La limitación es, por supuesto, el tipo de contenido que producimos y consumimos.
Ahora estaremos en Twitter durante seis días, en concreto hasta el día 25.